*HISTORIA DE UN PRÓLOGO
Es posible que los entresijos que pueden desvelarse de la historia que me une a Adolfo Gilaberte, se condensen, quizá, en el estimulante hallazgo de una complicidad inesperada y en el explosivo revoltijo que resulta al mezclarla con la introversión terminal de la que hace ya muchos años fui diagnosticado, y que, sin embargo, me condujo con la más sana de las desvergüenzas a repiquetear con mis nudillos en su puerta.
Fue extrañamente familiar entrar en tratos con este literato, cuyo nido de ametralladora se sitúa al devastado sur de Madrid, y me niego a obviar la empatía y la generosidad con que me apadrinó desde el primer telefonazo que intercambiamos una tarde de viernes de frío invierno, cuando aceptó sin reservas capacitarse como maestro de ceremonias en la presentación de Lobo come lobo en Nueva Getafe.
Sería previsible una sesión vermú de jabón y lisonjas para dar lustre a las virtudes que, como prologuista en ciernes, aprecio en él y que, además, se le presuponen para aventurarse a desempeñar tan intrépido papel. Pero eso no sucederá, aunque debo admitir que me gusta hablar con él, disfrutar de su compañía y esperar a que la arena caiga y dejar que el rumbo de la conversación se pierda en los recodos más perdidos del viento, lo que, en mi caso, resulta tan extraordinario que, por sí mismo, constituye un pretexto suficiente que justifica la de mi ofrecimiento a embarcarse en este melodrama mío que amenaza la reconfortante seguridad en la que duerme el estante librero de nuestros días, y en la que, como un elefante en una cacharrería, irrumpirá, con suerte, Tierra Quemada.
Además de todo esto, Adolfo Gilaberte es escritor, y no está de más decir que también profesor de escritura creativa en la Escuela de Escritores de Getafe y que, por más que lo niegue, con esa criatura suya llamada Ezequiel, demuestra el gran calado donde ha embarrancado su particular Titanic de la literatura española contemporánea.
Un placer y un honor que sus palabras acompañen a las mías en las mismas páginas que acuñará Versátiles Editorial.
*Adolfo Gilaberte es escritor, profesor de escritura creativa, y coordinador de la sede de la Escuela de Escritores en Getafe, así como de dos de los Clubes de Lectura de las Bibliotecas públicas de Getafe.
Máster en Narrativa por la Escuela de Escritores de Madrid, promoción
del 2011 – 2013.
También ha impartido clases de Escritura Creativa en la Biblioteca
Municipal de Ávila (2019 – 2020)
En La Central de Callao, con el taller de Iniciación a la Narrativa Breve:
«¿Cuento contigo?» (2020)
Y en la Escuela de Escritores de Madrid con el taller «Escribir el mal»,
2020.
Autor de la novela Ezequiel, publicada en 2017 por Mármara Ediciones.
Obra finalista en el Festival du Premier Roman de Chambéry, Francia,
2018.
Coleman es su segunda novela. Y será publicada en 2021 por Mármara Ediciones.
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… Suerte de conocer a personas de ese calado humano e… Me gusta. Salud y saludos
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Mil gracias, Iñaki. La verdad es que en ciertos aspectos soy muy afortunado, sí.
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