SOlicitud de AmiStad. El mal café del Lobo… Elloboestaaqui design

 SOlicicitud de amiStad
A veces,
me imagino
a Robert De Niro
y a Al Pacino
sentados
frente a frente
en un bar de carretera
sorbiendo café
Robert no conoce a Al
y Al
no conocer a Robert, pero
charlan
amistosamente
(O no)
Y lo hacen
con naturalidad
como si
en realidad,
tuviese sentido
 
La cuestión es
que YO
no soy Al Pacino y
mucho menos
Travis Bickle o
Jake La Motta
 
Llegado el caso,
me limitaría a sentarme
  y a mirar
el rostro desconocido
   de un desconocido
No sabría qué decir,
porque no siento interés
por (casi) nadie
    ni por (casi) nada
que puedan decirme,
y sentarme
a beber café
es un placer
demasiado íntimo
como para estropearlo
con el jugo descremado
de una vaca
 
De qué quieres hablar,
¿del tiempo?
¿del significado de la vida?
¿del precio de la gasolina?
La mejor de las conversaciones es
la que está en tu cabeza
       y jamás se produce
 
Venga,
no te engañes
La mayoría de lo que se dice
es pura estupidez
El mundo es
como es,
porque hay demasiadas
palabras
de más
 
No digo que
entablar conversación con alguien sea
como Facebook
o ese jodido Twiter
pidiéndote
AMISTAD
pero
la mayoría de las veces
no me parece
 mucho mejor
 
Por otro lado, me dirás
que hay un montón
de gente maravillosa
por ahí
Gente
que vale la pena
Supongo
que si lo dices
será verdad,
y que tu vida
está llena
de gente estupenda
encantada
de conocerte
Pero yo
no soy uno de ellos
 
Quizá pienses que soy
un iconoclasta
un imbécil
o un cretino, pero,
en serio,
no es nada personal
Esto
no va de ti
    ni de mí
El silencio no necesita
del cáncer de la hipocresía
de la superficialidad
o del verso de más
y por eso
me levanto
con mi café
y me largo
 
solo
 
a otra mesa

21 respuestas a “SOlicitud de AmiStad. El mal café del Lobo… Elloboestaaqui design

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  1. Siempre son un dilema estas situaciones, como la canción de Lucio Dalla, Dimmi, dimmi)
    Mejor es bebérselo y largarse…
    Saludos

    (Dimmi dimmi che bestia sei
    sei qui per caso, cercavi proprio me ?

    Dimmi dimmi che cosa vuoi
    e cosa avremmo da spartirci noi
    dimmi dimmi
    dimmi dimmi
    che cosa dici
    ah va bene vediamoci la?
    domani
    d’accordo troviamoci l?
    va bene stasera andiamo tutti quanti la?

    Dimmi dimmi non fumi pi?,
    che dieta fai, grissini anche tu,
    giochi a calcio o solo video-games
    ma dimmi dimmi, che razza di bestia sei…)

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  2. Aprecio el silencio y las maravillosas conversaciones que mantengo conmigo misma, tanto como un café íntimo y auténtico, sin ornamentos.
    Una parte de mí coincide con tus palabras:
    «No sabría qué decir,
    porque no siento interés
    por (casi) nadie
    ni por (casi) nada
    que puedan decirme»
    Esta parte que tengo identificada, como el hastío a las relaciones superficiales e hipócritas que buscan la satisfacción egoica, me lleva a cierto aislamiento. Afortunadamente, cuento con otra parte de mí, curiosa por naturaleza, confiada y amorosa que sabe distinguir las relaciones de «plástico» de las de «carne y hueso». Antes esas relaciones, nada mejor que un café bien conversado, cara a cara, a corazón abierto. Obviamente, estas relaciones llevan su tiempo, necesitan de una oportunidad, que ambos decidan aceptar la amistad, que nada tiene que ver con la ligereza y el postureo de las mencionadas «redes sociales».
    Gracias por tu texto, me ha resultado muy inspirador.

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  3. La ilustración es maravillosa y encaja con el texto precedente. Tengo la impresión que nunca había leído sobre el otro lado del café, aquel que asume la forma de un repelente de humanos… Y sí los he bebido pero no sabía que ya estuviesen definidos. Me llevo está novedad. (fue una buena lectura). @Zavala_Ra

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