COLITIS GENTRIFICADA Era la tarde de un viernes y paseaba por el centro, cuando, de repente, sentí un retortijón desgarrándome el estómago, como si un sádico carnicero rebanase mis menudillos con su cuchillo Apreté el paso y eché a caminar calle abajo Bares, cafeterías, restaurantes Todos ellos colgaban en la puerta el mismo cartel “Baño de uso exclusivo para clientes”
Yo lo sabía De sobra lo sabía Pero soy humano Pobre, sí, pero humano, y la esperanza es lo último que se pierde Así que hurgué en mis bolsillos En todos los que tenían agujeros y en los que no Ni un céntimo Ni una puta y mísera peseta que aliviase mi tortura El estómago empezó a centrifugar Sentí una pulsión en el recto Corrí calle abajo Calle arriba Carteles por todos lados Carteles Carteles Exclusivo… Sólo para… Cliente$ Cliente$ Cliente$ Corrí y corrí Desesperado Apabullado por el poder de mis tripas Hasta que no pude más y me detuve en seco La calle estaba llena de turistas, De gente comprando cosas y cosas y cosas pero la anatomía no entiende de vergüenza, de modo que me bajé mi único par de pantalones y me puse a cagar delante de la puerta de un ZARA
La naturaleza es sabia, incluso en las casualidades
Sin esfuerzo, solté hasta el último gramo de mierda que flotaba en mis tuberías El segurata de INDITEX salió hecho un basilisco gritando y agitando los brazos mientras yo terminaba de limpiarme con tres cuartos de un poema y de subirme los pantalones Y como el sicario de Ortega no dejaba de vociferar y de increparme acabé invitándolo con la más amable de mis sonrisas a que se comiera mi puta mierda
Excelente prosa para describir a un héroe urbano, ¿quién no ha pasado alguna vez por semejante odisea?, lo bueno es que cuando superamos la barrera de la vergüenza cultural y las dificultades técnicas de encontrar un hoyo discreto donde depositar el substrato intestinal de nuestros alimentos, nos sentimos merecedores del Olimpo de Oro, del Oscar a la Mejor Retención y una ducha fresca y regenerativa.
Excelente prosa para describir a un héroe urbano, ¿quién no ha pasado alguna vez por semejante odisea?, lo bueno es que cuando superamos la barrera de la vergüenza cultural y las dificultades técnicas de encontrar un hoyo discreto donde depositar el substrato intestinal de nuestros alimentos, nos sentimos merecedores del Olimpo de Oro, del Oscar a la Mejor Retención y una ducha fresca y regenerativa.
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Me alegra que te guste, Juan Carlos. Gracias por tu visita. Saludos!!!
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Jo, jo, qué imagen más buena para la nueva campaña de primavera. Lastima de poema 😈
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Sí. Quizá Inditex me contrate como creativo para este nuevo año…
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