El Lobo llama a la puerta de los Tres Cerditos... siempre siempre siempre están en casa...
Newspapers today Es lunes y son las 10:40 de la mañana. Estás sentado tomándote un café y leyendo el periódico y ves las fotos que retratan a todos esos tipos. Políticos, empresarios, sindicalistas, apostadores de opas hostiles, banqueros. Lo sabes. Claro que lo sabes. Me roban, piensas. Me extorsionan. Me estafan. Es así en cada página. En cada noticia. El drama se repite todos los días. Bombas, ataques preventivos, la hambruna tercermundista, los exodistas desplazados, el terrorismo oriental, el terrorismo occidental, la hecatombe bursátil, la inoperancia judicial, la corruptela gubernamental, los desahucios, los recortes, los escraches de los perroflautas, la manipulación periodística. La historia se repite cada día y no parece que NADIE haga demasiado. Claro que no te hablo de los chicos de Greenpeace, de los de Amnistía Internacional o de los que hacen doble bypass con un frasco de mercromina, unas vendas y la tapa de un bolígrafo en un campo de refugiados desierto del Chad o entre los escombros de una ciudad siria destruida por la guerra. Entretanto, remueves el azúcar en tu taza y pegas un sorbo de café con displicencia. Aburrido. Hastiado. Te conozco, amigo. Conozco la clase de tipo que eres. Tus mentiras. Tu lista de excusas. No te ofendas si me río al escucharte decir que la vida es así. Venga. No me tomes por imbécil. Sabes que la verdad no es esa. Acaban de despedir a la mitad de tus compañeros del curro. Tipos que han sudado contigo. Con los que hablabas y reías. Con los que bebías cerveza y cenabas por Navidad, y a los que pagaban la misma miseria que a ti. Les han dado la patada y no has movido ni una ceja. Protestan. Se manifiestan. Gritan. Hasta han dejado escapar alguna que otra piedra. Ellos están en el paro. Tú no. Te han pedido tu ayuda. Solidaridad. Pero tu teléfono está apagado o fuera de cobertura. ¿Qué pretenden? ¿que nos despidan a todos? Si han sido ellos los despedidos, está claro que algo no hacían bien. Además, piensas que protestar no sirve de nada. Que la dignidad no da de comer. No calienta tus garbanzos ni paga el alquiler. Está bien, chico. No te gastes. Soy capaz de aceptarlo. Entiendo tu cobardía. Tu miedo. La barricada nunca ha sido tu sitio. Las cosas van mal o peor, pero, ¿qué podías hacer, no? Preferiste agachar la cabeza y sentarte en tu sofá a esperar. Las cosas cambiarán, dijiste mientras aplaudías a rabiar los goles de Messi o de Cristiano Ronaldo a la Hacienda Pública. El tiempo se encargará o lo harán otros. Dios, por ejemplo. La suerte. La casualidad. Si no te mueves nadie te disparará entre los ojos y la mano de tu amo no golpeará tu hocico. La mierda no va a salpicarte a ti. La mezquindad no es un estado ánimo. Es tu condición. Lo que eres. Pero tú continúa así. Sigue haciendo caso de los periódicos. De los telediarios. Esa gente sabe exactamente qué decir. Toda una vida de eslóganes, de electroshock panfletario y de lavados de cerebro. Te sobreestiman. Con sólo unas monedas hubiese bastado. No quieres pelear. Alzar la voz. Decir que no. O que sí. Te limitas a acatar. A asentir con la mortaja cómplice de tu silencio mientras todo se destruye a tu alrededor. Tu culo, amigo, es lo que importa. Ellos lo saben bien. Que la mierda que llevas dentro siga rodando por la escalera del váter. Arrodillado. Sumiso como un viejo payaso de trapo. Protesta, hermano. Di lo mucho que te molestan los baches de las calles, los zurullos de perro que decoran las aceras o lo poco que trabajan los barrenderos que recogen tu basura. Pero hazlo en voz baja. Tragándote tu rabia. Eres pobre. Miserable. Un estúpido aspirante a una vacante de clase media que se arrastra por la vida con los bolsillos vacíos, repiqueteando con tu voto torticero como un pájaro carpintero en la urna de tu señor. Deja que otros se encarguen del trabajo sucio. No te manches las manos y sigue esperando. Créeme. La cordura no es rival para la estupidez. La razón no sirve con ella. Tampoco la inteligencia. Huye. Lo has hecho toda tu vida. Dicen que correr es de cobardes, pero los cobardes superviven. Igual que las cucarachas o las ratas. Al fin y al cabo, tampoco te ha ido tan mal. Deja los demás caigan. Que aprendan lo cuesta la vida mientras los amos del universo se enriquecen. Ahora, termínate el café y cuando al salir de la cafetería te encuentres con el desahucio de ese matrimonio jubilado, o con los tipos de las preferentes, o con los que protestan porque sus hijos estudian en barracones con goteras o por la privatización de los hospitales o por la ley mordaza o porque la empresa ha preferido cerrar la fábrica porque los chinos o los taiwaneses o los pakistaníes trabajan más barato, o porque las mujeres mueren a manos de los hombres o cobran menos que los hombres o se las discrimina en favor de los hombres, porque tienen que parir, fregar, barrer, cambiar pañales, cocinar, hacer las camas y abrir bien las piernas para recibir a sus maridos con una jodida sonrisa vertical, no te lo pienses, muchacho, cruza de acera y sigue caminando, pensando que la vida es así, que las cosas son como son y que, chico, al fin y al cabo, esto es lo que hay, ¿no?
Es que tú los has dicho todo. Gracias por no cansarte. Dejo este antipoema de T. Różewicz, no tiene matices religiosos, más bien éticos (se describía como cristiano irreligioso).
“Un desconocido”
Es un forastero qué quiere
por quién pregunta
es un desconocido
se habrá perdido
o equivocado
dice que nos está buscando
pero que no conoce el apellido a quién busca
nadie así vive por aquí
será un borracho
a lo mejor un loco se empeña en
que somos nosotros a los que está buscando pero no lo conocemos
quién es
No puedo entrar
en vuestro piso
decís
que no me conocéis
que soy un extraño miráis un poco asombrados un poco
asustados
Justo a vosotros os estoy buscando
en esta gran urbe
que crece
se hincha
Os estoy buscando
En esta isla
desierta
no me he equivocado
sois
humanos
mis prójimos
Puedo quedarme con vosotros un día una noche soy
un hombre
no soy un extraño me estáis observando
a través de la mirilla
sin quitar las cadenas
mediante la puerta cerrada de golpe
Estoy cansado
quiero sentarme a vuestra mesa
nos conocemos
desde el nacimiento de Cristo
estoy muy cansado
os puedo contar sobre mí sobre vosotros
quiero contaros
que no hay ningún misterio
no esperéis
Muchas gracias. La inercia, el inmovilismo, el iptus opcional, son posibilidades que nos ofrecen, que nos inculcan, pero no hay que olvidarse de la responsabilidad del ínclito consumidor. Gracias por venir. Saludos…
Reblogueó esto en A mi gustoy comentado:
Tienes toda la razón, amigo. Somos unos cobardes. Pero te has olvidado de que también hay muchos hijos de puta que protestan sin razón, o que protestan de manera que joden a todos menos contra los que protestan. ¿O no? ¿Quieres ejemplos?
Después de leer tu escrito, se me ocurre la frase Panem et circenses. Nada nuevo bajo el sol, siempre habrá títeres y lobos en su atalaya de oro.
Saludos.
Leo tu intensa reflexión y el cuerpo me pide comentar que hace unos años que decidí dejar de ver TV, leer la prensa y escuchar ciertas emisoras de radio. Decidí dejar de alimentarme de “basura”. Recientemente he decidido dar un sí rotundo a la vida tal y como es. Me he puesto al servicio del amor y eso me lleva a la acción creativa y constructiva. Desde mi punto de vista la clave es que cada uno tome la responsabilidad de su vida, como paso inicial, lo demás llega de manera natural. Un saludo
Gracias por este post.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti por decir algo así… En serio. Gracias, Ada.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es que tú los has dicho todo. Gracias por no cansarte. Dejo este antipoema de T. Różewicz, no tiene matices religiosos, más bien éticos (se describía como cristiano irreligioso).
“Un desconocido”
Es un forastero qué quiere
por quién pregunta
es un desconocido
se habrá perdido
o equivocado
dice que nos está buscando
pero que no conoce el apellido a quién busca
nadie así vive por aquí
será un borracho
a lo mejor un loco se empeña en
que somos nosotros a los que está buscando pero no lo conocemos
quién es
No puedo entrar
en vuestro piso
decís
que no me conocéis
que soy un extraño miráis un poco asombrados un poco
asustados
Justo a vosotros os estoy buscando
en esta gran urbe
que crece
se hincha
Os estoy buscando
En esta isla
desierta
no me he equivocado
sois
humanos
mis prójimos
Puedo quedarme con vosotros un día una noche soy
un hombre
no soy un extraño me estáis observando
a través de la mirilla
sin quitar las cadenas
mediante la puerta cerrada de golpe
Estoy cansado
quiero sentarme a vuestra mesa
nos conocemos
desde el nacimiento de Cristo
estoy muy cansado
os puedo contar sobre mí sobre vosotros
quiero contaros
que no hay ningún misterio
no esperéis
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me gusta. También lo de irreligioso
Me gustaMe gusta
Me alegro de encontrar este texto, como todo recordatorio de la madeja de mentiras que son los medios y la política, y la inercia que nos proponen 😀
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias. La inercia, el inmovilismo, el iptus opcional, son posibilidades que nos ofrecen, que nos inculcan, pero no hay que olvidarse de la responsabilidad del ínclito consumidor. Gracias por venir. Saludos…
Me gustaLe gusta a 1 persona
👍👍👍
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias amigo Pippo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Reblogueó esto en A mi gustoy comentado:
Tienes toda la razón, amigo. Somos unos cobardes. Pero te has olvidado de que también hay muchos hijos de puta que protestan sin razón, o que protestan de manera que joden a todos menos contra los que protestan. ¿O no? ¿Quieres ejemplos?
Me gustaLe gusta a 1 persona
Después de leer tu escrito, se me ocurre la frase Panem et circenses. Nada nuevo bajo el sol, siempre habrá títeres y lobos en su atalaya de oro.
Saludos.
Me gustaMe gusta
Grande! 👏👏
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias. Saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona
No hay nada o casi nada que nos pueda arrastrar adonde no queremos ir. Cuidadin con, ” la curpa de la decisión no es mía”. Muy bueno. Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por la visita Iñaki. Saludos
Me gustaMe gusta
Menos palabrería, menos lamento y quejas y más acción, un consejo para un mundo mejor, saludos y feliz semana.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Excelente! Gracias. Abrazote.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti. Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy buen post
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias
Me gustaMe gusta
Leo tu intensa reflexión y el cuerpo me pide comentar que hace unos años que decidí dejar de ver TV, leer la prensa y escuchar ciertas emisoras de radio. Decidí dejar de alimentarme de “basura”. Recientemente he decidido dar un sí rotundo a la vida tal y como es. Me he puesto al servicio del amor y eso me lleva a la acción creativa y constructiva. Desde mi punto de vista la clave es que cada uno tome la responsabilidad de su vida, como paso inicial, lo demás llega de manera natural. Un saludo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Un saludo, Marina. No es un mal comienzo. Gracias por la visita.
Me gustaMe gusta
IN-CREÍ-BLE Los pelos de punta.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias. Me agrada que te guste. Saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona
🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona